A orillas del Río Corgo, uno de
los afluentes del Cuero, la ciudad de Vila Real se alza a unos 450 metros de
altitud, en una región que revela indicios de haber sido habitada desde el
Paleolítico. Vestigios de poblaciones posteriores, como el Santuario Rupestre
de Panóias, denuncian con seguridad la presencia de los romanos en la región,
pero tiempos posteriores, durante las invasiones bárbaras y sobre todo
musulmanas, impusieron un despoblamiento gradual que no terminó hasta el siglo
XII, con la entrega en 1096 del foro de Constantim de Panóias, por el Conde D.
Henrique. En 1289, por despacho foral de D. Dinis (el primero concedido por
este monarca a Vila Real) se funda la puebla de Vila Real de Panóias, que se
transformaría en la ciudad actual. El éxito de la población así fundada se
comprueba con la evolución del número de habitantes: de casi 480 habitantes en
1530 a cerca de 3600 en 1795. Este crecimiento se debe en gran parte a una
localización geográfica privilegiada, entre el litoral y el interior, con
conexiones a Oporto, Chaves, Bragança y las tierras del Sur.
En los siglos XVII y XVIII, Vila
Real consolida el estatuto de “Corte de Tras-os-Montes”, que ganó con la
presencia de los nobles que aquí se establecieron por influencia de la Casa de
los Marqueses de Vila Real, presencia todavía visible en los innumerables
escudos de armas que atestiguan los títulos de nobleza de sus propietarios.
Como población más importante en
Tras-os-Montes y Alto Douro, Vila Real adquirió el estatuto de capital de
provincia y, ya en el siglo XX, en la década de los años 20, vio reconocido su
peso económico, demográfico y administrativo con dos actos de gran relevancia:
la creación de la Diócesis el 20 de abril de 1922 y la elevación a ciudad el 20
de julio de 1925.
El ayuntamiento de Vila Real, sin
prejuicio de la situación urbana de su sede, mantiene características rurales
bien definidas. Dominan dos tipos de paisaje: la zona más montañosa de las
Sierras de Marão y Alvão, separadas por la tierra verde y fértil del valle de
Campeã, y, hacia el sur, con la proximidad del río Duero, los viñedos en
ladera. Por todas partes manan torrentes de agua que riegan el área del
ayuntamiento, destacándose el río Corgo, que atraviesa la ciudad, en un
pequeño, pero profundo valle, originando un cañón de singular belleza.
Capela Nova
Obra atribuida a Nicolau Nasoni.
De formas típicamente barrocas, exhibe en su interior azulejos que representan
escenas de la vida de San Pedro y San Pablo, siendo el retablo de la capilla
mayor de talla renacentista, de principios del siglo XVII. En la cima frontal
aparece San Pedro flanqueado por dos arcángeles: uno, sujetando la cruz papal y
el otro con unas llaves, que simbolizan las “llaves del cielo”.
Casa de Diogo Cão
Localizada en el centro de la
ciudad, es un edificio de estilo medieval. En ella habría nacido, según la
tradición, el navegador portugués Diogo Cão, que descubrió la desembocadura del
río Zaire, en el siglo XV.
Iglesia de São Pedro
De origen barroco, la iglesia de
San Pedro fue construida en 1528 al mando de D. Pedro de Castro, Abad de
Mouçós, donde fue sepultado en 1692. Domingos Botelho da Fonseca, hidalgo de la
Casa Real, que también allí yace, mandó revestir de azulejos la capilla mayor.
Resaltan la riqueza del retablo y el techo encasillado. Con un frontal
profusamente decorado, este templo es uno de los mejores ejemplos religiosos de
estilo barroco en Vila Real, siendo la única iglesia con dos torres en esta
ciudad.
Iglesia del Senhor do Calvário
Este templo fue construido en
1680 bajo la Ordem Terceira de São Francisco, que, tras varias intervenciones,
presenta la forma actual. Se destaca, durante el siglo XIX la construcción de
la sacristía y del campanario; el frente está cubierto de azulejo de finales del
siglo XIX o inicios del siglo XX.
El segundo fin de semana de julio
la ciudad de Vila Real se arrodilla ante el paso del Senhor do Calvário, en una
procesión que es el exponente máximo de la fe de sus ciudadanos. Aquí, miles de
personas acompañan la imagen desde la Iglesia del Calvário pasando por la
Capilla de la Misericordia y volviendo al punto de partida, ofreciendo promesas
o, simplemente, expresando su devoción.
Catedral de Vila Real –
Iglesia de São Domingos
Era la antigua iglesia del
convento del mismo nombre, que fue sagrada Seo de Vila Real. Es un templo del
siglo XV, de tres naves, de estilo románico, aunque tardío, con influencias del
gótico, como se puede ver por los arcos ojivales de su interior y por la gran
verticalidad del mismo. Las vitrinas son obra de Jõao Vieira, dedicada al
evangelio según San Juan. El campanario se irguió en 1742 y la capilla mayor
fue reformada en 1753. El templo sufrió un gran incendio en 1837, siendo
reconstruido en la década siguiente.
El atrio de la iglesia, fruto de
su situación privilegiada, es un excelente mirador de la parte este de la
ciudad.
Fuente: Folletos turísticos de Vila
Real
De paseo por Vila Real
Avda. Carvalho Araújo |
Avda. Carvalho Araújo |
Cuartel de Bomberos |
Cámara Municipal |
Cámara Municipal |
Comimos en Residencila Bem Estar, en Avda. Carvalho Araújo, pollo asado y una parrillada mixta. Esta última no la recomiendo puesto que meten chorizo, salchicha y la carne de ternera muy pasada. El pollo, sin embargo, lo hacen muy rico y lo acompañan de patatas fritas y arroz en blanco. De postres tomamos vino y de bebida una garrafa de vino de la casa. En total: 17,00 € dos menús.